Julio lleva un par de días
muy inquieto y le cuesta mucho comer, parece ser que ese es el síntoma
definitivo (según la Asociación Apus que hace una gran labor y nos ha sido de
gran ayuda). El vencejo quiere volar por su cuenta.
Aunque pesa tan solo
33gramos, tiene el plumaje bien formado y unas alas descomunales.
Debería pesar entre 37 y
40 gramos para estar bien preparado. Hemos llegado a pensar que Julio sería una
hembra bonita de delicadas facciones.
Ahora es la Pajarica y a
veces la llamamos Julieta
El día es bueno, hace
mucho menos calor (ayer Zaragoza daba las máximas) y sopla una suave brisa.
Hemos ido a localizar
exteriores y al final nos decidimos por el campo de fútbol, tiene césped y está rodeado de una amplio espacio vacío
que nos permitiría seguir su evolución y
recogerla en caso necesario. Además siempre hay vencejos en la zona.
Nos despedimos de ella y
no la lanzamos al aire, simplemente el brazo levantado con el pájaro en la
palma de la mano abierta, dejando que sea ella la que tome la decisión.
Como dicen en la asociación Apus, los vencejos no realizan ningún tipo de aprendizaje, son puro instinto y el primer vuelo que realizan es siempre para marcharse definitivamente. TODO O NADA
La visión del cielo la
excita más que nada, pero ha
tardado apenas unos segundos en echar a volar, al principio un poco bajo pero
enseguida hemos visto como remontaba, ha dado un par de vueltas amplias al
campo, nosotros hemos querido creer que era para despedirse, aunque suponemos
que es para coger corrientes y la hemos visto alejarse por encima de unos
chopos muy altos volando con absoluta destreza y dejándonos con la boca abierta
y sin poder evitar una alegre tristeza
difícil de definir.
Solo nos queda desearle
SUERTE.......
Video. sehahechotrizas
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